1. Lávala por separado para evitar transferencia de color.
  2. Usa detergentes especiales sin perfumes ni colorantes.
  3. Agrega bicarbonato al lavado para un blanco más brillante.
  4. Tiende al sol, ya que los rayos UV ayudan a blanquear naturalmente.
  5. Guárdala correctamente, en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad.

Una rutina adecuada hará que tus prendas blancas duren más y se vean impecables.



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